La miel, un edulcorante natural milenario

La miel es un alimento utilizado desde la antigüedad para edulcorar de forma natural las bebidas. Además tiene grandes propiedades con un consumo moderado.

Este alimento lo elaboran las abejas mediante el néctar de las flores, en los paneles de sus colmenas donde madura hasta que se recolecta. El humano la usa desde hace miles de años principalmente como edulcorante pero también para reforzar la salud en distintos aspectos.

Te lo contamos:

• La miel resulta ser un antibiótico natural, impidiendo el desarrollo de las bacterias. Por ello es eficaz contra resfriados, gripe, bronquitis o cualquier anomalía de las vías respiratorias, ya que resulta ser un remedio natural para el tratamiento o prevención de estas patologías.
• También puede ayudar a combatir otras bacterias de tipo estomacal o intestinal, que pueden acceder a nuestro interior a través de los alimentos. Tomando tisana con un par de cucharaditas de miel podrás calmar úlceras, flatulencias, vómitos, diarreas,…
• La miel de caña es más recomendada que la miel de abeja por su mayor aporte de vitaminas B1 y B3, además de contener cantidades interesantes de calcio y hierro. Por lo que son recomendables en las dietas vegetarianas.

Aunque éste último tipo de miel tenga prácticamente el mismo aporte calórico que otros edulcorantes, los micronutrientes anteriormente comentados la hace más idónea como sustituto del azúcar blanca o morena de mesa.

Hay múltiples maneras de incluir este producto en nuestra alimentación, como es una cucharadita en nuestro café de la mañana, o bien unos hilos finos sobre un bol de yogur natural con muesli y frutos rojos, como complemento de nuestras ensaladas o también es deliciosa con queso.

Además es un producto muy sencillo de encontrar, pues actualmente podemos encontrar mieles de muchos tipos (de flores o de rocío) y en cualquier época del año.