Cómo evitar la ansiedad por comer

Cómo evitar la ansiedad por comer

¿Quién no ha sufrido nunca ansiedad por comer? Si eres de éstos, te cuento posibles causas y soluciones para que pongas freno a esta ansiedad.

La mayoría en alguna ocasión la ha tenido por determinados alimentos, especialmente los dulces. No obstante, hay quién tiene esta ansiedad cada día y a todas horas. En estos casos, probablemente hay un factor detrás que lo favorece.                                                                                         Para empezar, debes detectar si tienes circunstancias o actitudes que te conduzcan a la ansiedad o a picar de forma impulsiva. Pueden ser estas: 
1. Un régimen muy estricto o privaciones severas. Llevar a cabo dietas para perder peso demasiado estrictas, saltarse comidas y evitar un grupo de alimentos como los hidratos de carbono (pan, pasta, arroz, legumbres…), conduce a que aparezca una sensación de deseo “irresistible” y se termina por comer en exceso lo que se consideraba “prohibido”.
2. El estrés intenso o duradero. Si puedes evitarlo, mucho mejor. Puede favorecer al aumento del peso, así como conllevar otras consecuencias negativas en la salud. El estrés provoca la secreción de una hormona, el cortisol, que estimula las ganas de ingerir alimentos dulces y grasos; al hacerlo, se secreta otra hormona, la dopamina, que ayuda a relajarse. Si esto se convierte en un hábito, el cuerpo acaba relacionando el estrés con consumo de dulces y grasas.
3. La rutina. Son muchos los que realizan hábitos que favorecen a que uno coma sin tener hambre. Por ejemplo, palomitas en el cine.
4. Las preocupaciones, por cuestiones personales, familiares, laborales…
Ahora bien, aunque no existe una solución “mágica” que elimine la ansiedad por comer de golpe, los siguientes consejos que te muestro te pueden ir muy bien para tenerla controlada:
1. Realiza una alimentación saludable, equilibrada y variada. Si un día te pasas en una comida, lo mejor es comer saludablemente en la siguiente, sin hacer compensaciones a base de privaciones que después causan más ansiedad y desequilibrios alimentarios. 
2. Realiza una alimentación rica en fibra (legumbres, cereales integrales como el pan y arroz integral, frutas, verduras y frutos secos), con suficientes proteínas (pescado, huevo, carne o legumbres) y con muy poca sal y azúcar (de mesa, dulces…), ya que estos dos últimos componentes pueden hacerte estimular el hambre. 
3. Elige alimentos y platos que te puedan ayudar a controlar la ansiedad, como los purés de verduras y el plátano por ser ricos en fibra, infusiones calientes con un toque de miel, y las legumbres que además de fibra aportan proteínas e hidratos de carbono de absorción lenta que ayudan a mantener la sensación de saciedad. 
4. Organiza tu alimentación y reparte tu ingesta diaria en unas cinco tomas. Siempre que puedas intenta respetarlo y evitar actitudes como comer o picar por aburrimiento, nerviosismo o cuando estás haciendo otras actividades como ver la TV, navegando por internet…
5. No te saltes comidas. Al contrario de lo que te puedas pensar, no adelgaza. Sólo te hará tener más ansiedad y un hambre descontrolada que te hará comer desequilibradamente y con abundante cantidad.
6. Tómate tu tiempo: come despacio y saborea los alimentos.
7. Compra las cantidades justas a consumir y sólo los alimentos que deberías incluir en tu dieta para evitar tentaciones.
8. Planifica tus tareas o actividades para estar bien organizada y evitar el estrés que puede conllevar a la ansiedad. 
 ¿Qué te han parecido estos consejos? ¿Verdad que son fáciles de aplicar?

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